Actualmente, existe consenso entre los agentes económicos en cuanto que el desarrollo de actividades empresariales se desarrolla en un contexto legal cada vez más exigente y minucioso.
La necesidad de luchar contra fenómenos globales de corrupción, lavado de activos, financiación del terrorismo y el incremento del valor de la reputación en materia ambiental y de relacionamiento social de los empresarios con la comunidad en la que actúan e inciden, ha llevado a que la verificación permanente del cumplimiento regulatorio se convierta en una herramienta de gestión de riesgos cada vez más apreciada.
Así, la generación de sistemas, políticas, metodologías y procedimientos adecuados y suficientes que garanticen que una empresa, incluidos sus directivos, empleados y grupos de interés, cumplen con el marco normativo aplicable es una exigencia de los mercados contemporáneos.
Nuestros abogados, con el enfoque propio que les ofrece su práctica, están en capacidad de articular sistemas transversales de compliance, simples y eficientes, para asegurar la identificación, el seguimiento y la gestión de situaciones relevantes y de riesgo.